viernes, 22 de octubre de 2010

AMANECERÁ. Mª Amor Atienza Romero

Amanecerá
Mª Amor Atienza Romero
22-10-2010
© lafortalezadelapalabra






Amanecerá en nosotros ese día,

y veremos el sol con que soñamos,

se hará el invierno primavera,

y será como rozar el cielo con las manos.

Mª AMOR

sábado, 9 de octubre de 2010

EL DOLOR DE TU AUSENCIA. Mª Amor Atienza Romero

El Dolor de tu Ausencia
Mª Amor Atienza Romero
9-10-2010
© lafortalezadelapalabra

(En recuerdo de mi padre Santiago Atienza Corbalán, cuya muerte tan cruel no puede quedar en el olvido)


No sé si llegué a pronunciar esa palabra,

pero quedó abortada entre mis labios

el día que de manera tan cruel,

te arrancaron para siempre de mi lado.


Ya no tuve tus caricias

en mi primer cumpleaños,

y se borró tu imagen en mi vida,

y se borró para siempre esa palabra.


Y fue transcurriendo el tiempo,

y una vez siendo pequeña,

escuché esa palabra

de los labios de una niña.

Al oírla, me quedé muy pensativa,

mas, de pronto comprendía,

y hallé, por fin, la respuesta

a lo que yo no entendía.


Volví a mi casa corriendo,

y, sin que nadie me viera,

abrazada yo a la almohada,

lloré de envidia, de pena.


Han pasado muchos años,

y después de tanto tiempo,

un día tenía yo un gran problema,

y estaba tan apurada,

tan triste y desesperada,

que, sin darme cuenta,

sollozando y con voz entrecortada,

salió de mis labios la palabra:


¡ PAPÁ ! ¡ PAPÁ ! ¡Ayúdame!

¡Por favor, yo te lo ruego!

Y sé que podrás hacerlo,

de algo que tienes que servirte

tantos años en el cielo.

Mª AMOR


viernes, 1 de octubre de 2010

DE NUEVO VUELVO A TI. Mª Amor Atienza Romero

De nuevo vuelvo a ti
Mª Amor Atienza Romero
1-10-2010
© lafortalezadelapalabra






Hoy de nuevo vuelvo a ti,

vengo a refugiarme en tu silencio,

abrirte mi corazón

y mis íntimos secretos.


Así que te contaré,

que tengo yo un jardín,

que lo cuido con esmero,

pero mi rosal preferido

está marchito, caído.


Y puede llegar a ser

el rosal que siempre ha sido.

Y cómo era ¡Dios mío!

Tenía unas ramas fuertes,

con hojas verdes, brillantes,

sus rosas, todas muy bellas,

del color del fuego eran,

y al amanecer con el rocío,

gotas de perlas de sus pétalos caían.

Yo lo miraba extasiada,

¡Qué orgullosa me sentía!


Y puede llegar a ser

el rosal que siempre era,

y aunque vengan malos tiempos,

con frío, lluvias y viento,

cuenta con buenas raíces,

con apoyo y con cariño.


También te confesaré,

que me encuentro algo cansada

de tanto subir la cuesta,

y sin poder coronarla.

Mª AMOR