sábado, 31 de julio de 2010

REFUGIADO EN MIS BRAZOS. Mª Amor Atienza Romero

Refugiado en mis brazos
Mª Amor Atienza Romero
31-7-2010
© lafortalezadelapalabra




Te has refugiado en mis brazos,

y te he abrazado fuertemente,

acariciando tu cara suavemente,

sin apenas rozar los dedos, levemente.



Y al sentir tu calor sobre mi pecho,

y tu corazón latiendo junto al mío,

he deseado, cerrando los ojos lentamente,

quedarnos así, durmiendo para siempre.

Mª AMOR

sábado, 24 de julio de 2010

SÓLO PIENSO EN TI. Mª Amor Atienza Romero

Sólo pienso en ti
Mª Amor Atienza Romero
24-7-2010
© lafortalezadelapalabra




Tuyo es el pensamiento,

pues lo ocupas plenamente,

me acuesto pensando en ti,

y contigo yo amanezco.



En cada instante del día,

te tengo siempre en mi mente.

Cuando río...

Cuando lloro...

Cuando sueño...

¡ Cuánto me cuesta vivir !

¡ SÓLO, SÓLO PIENSO EN TI !

Mª AMOR

domingo, 11 de julio de 2010

A QUIÉN LE IMPORTA, ¿A QUIÉN?. Mª Amor Atienza Romero

A quién le importa, ¿a quién?
Mª Amor Atienza Romero
11-7-2010
© lafortalezadelapalabra



A quién le importa, ¿a quién?

Que vaya por un desierto,

triste y sedienta a la vez,

sin encontrar un oasis

que pueda calmar mi sed.


A quién le importa, ¿a quién?

Que mi noche sea oscura,

sin una estrella que ver,

ni me ilumine la Luna,

ni yo vea amanecer.


A quién le importa, ¿a quién?

Que mis campos no sean verdes,

ni crezcan flores en él,

que no me acaricie el viento,

ni a mí me caliente el sol.


Y esto sólo te lo digo a tí,

que me escuchas en silencio,

pues sabes de mis pesares,

sabes tú de mis secretos.


Cuando estoy con los demás,

aunque lleve el alma herida,

y mi corazón llorando,

Yo sonrío, porque...

A quién le importa, ¿a quién?

Mª AMOR

sábado, 3 de julio de 2010

MANOS VACÍAS. Mª Amor Atienza Romero

Manos Vacías
Mª Amor Atienza Romero
3-7-2010
© lafortalezadelapalabra





Alzó el pájaro su vuelo,
moviendo las alas fuertemente,
surcando el cielo limpiamente,
y yo sentí morir en ese instante.

Se clavó en esas manos vacías mi mirada,
con los ojos secos, ya sin lágrimas,
mientras la sangre se helaba por mis venas,
y el miedo y el dolor me atenazaban.

A medida que se hacía la distancia,
y más y más yo me alejaba,
mi alma se partía en mil pedazos,
pensando ya en la llegada,
¡ Y con las manos vacías!

Mª AMOR